Adepto de la tranquilidad, este espacio le dará la bienvenida.
Sus dos hamacas en cada extremo de la piscina le permitirán descansar o leer. Fuera del centro de la zona del hotel, en este pequeño rincón de zenitud, los arbustos sirven para dar sombra a una parte del jardín. Están colocados en un segundo plano para que en el centro haya espacio para una piscina de espejos.
Dos fuentes que crean una música suave ayudan a relajarse y se adaptan perfectamente al uso del local.
Un mueble de líneas puras y creado en piedra sirve de salón, las plantas perennes les acompañan y las especies florales decoran perfectamente el resto de la superficie.